Como siempre que estoy allí disfruto de un gran placer para todos mis sentidos. Recrearme en sus paisajes, caminar por calles de sus pueblos y ciudades, visitar los mercados y restaurantes me hace sentir sus peculiaridades y sobre todo me siento invitada a compartir su mesa.
La gran variedad y la calidad de sus productos, unidos a los exquisitos paladares y al respeto por la tradicción, nos da como resultado una gastronomía espectacular. Además de la cultura gastronómica, la gente posee un carácter afable, la generosidad y la simpatía, frecuente en muchos de ellos convierten la mesa en un espacio para celebrar, compartir y unir lazos entre los conmensales.
Pensando en volver pronto me despido de estas tierras y vuelvo a casa, a mi cocina ... Y me ánimo con un marmitako que siendo un plato modesto en cuanto a ingredientes y elaboración es un maridaje perfecto de patata y pescado que puede ser una gran fiesta para el paladar.
El marmitako es un plato de pescadores que se hacía en una marmita, cazuela metálica con tapadera que se utilizaba en los barcos. El término marmitako significa literalmente “de la marmita” en euskera.
- 1 kg. de patatas
- 300 grs. de bonito o salmón fresco y limpio
- 1 cebolla
- 1 pimiento verde
- 1 tomate
- 1 vasito de vino blanco
- Caldo de pescado
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta
- Perejil picado
Preparación:
Trocea la cebolla y el pimiento verde y ponlos a pochar a fuego suave en una cazuela con dos o tres cucharadas de aceite.
Pela y corta las patatas en trozos y colócalas en un bol cubiertas de agua. Pela el tomate y trocea finamente.
Cuando la cebolla esté blandita y antes de que se dore, incorpora las patatas y rehoga brevemente; añade el tomate y rehógalo también sin dejar de remover.
Agrega el vino y remueve de nuevo. Cubre todo con el caldo, rectifica de sal si es necesario y deja cocer unos veinte minutos.
Mientras, corta el pescado en dados de aproximadamente 2 o 3 centímetros, adereza con sal y pimienta y reserva.
Cuando las patatas estén cocidas, añade los dados de pescado y deja que hiervan 4 minutos; mueve la cazuela suavemente durante este tiempo para que el caldo engorde un poquito. Tapa y deja reposar unos minutos.
Espolvorea con el perejil picado y sirve.
Esta es una receta interesante cuando tienes que cocinar para mucha gente: es sencilla, puede ser un plato único perfecto si lo acomañas de algún entrante o ensalada y lo complementas con un postre y además puedes dejarlo hecho con antelación.
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