jueves, 15 de diciembre de 2016

PATATAS RELLENAS DE BONITO


Con esta receta vamos a practicar lo que yo llamo cocina de "aprovechamiento" que dicho así suena a algo complejo pero es tan sencillo como abrir el frigorífico y seleccionar todo aquello que, si no consumimos ya, va a terminar en el cubo de la basura y no están los tiempos para andar desperdiciando alimentos. Una vez que tenemos estos ingredientes vemos las posibilidades para, junto con otros o por sí solos, elaborar un plato.
Supongo que tod@s las que programamos los menús familiares nos organizamos las semanas, más o menos, de la misma forma que bastante resumido sería: uno o dos días legumbres, otros dos verduras, pasta, arroz y patatas, complementando con las tres o cuatro raciones moderadas de pescado y carne. Pues esta receta surgió un día que tocaba comer patatas y no sabía muy bien con qué acompañarlas. Así que abrí mi frigorífico en busca de los complementos y rápidamente seleccioné: un bote de bonito en conserva (casero) que se abrió la semana anterior, otro de salsa de tomate que hice para la pasta que comimos dos días antes y un bol con besamel de champiñones que sobró de la coliflor del día anterior. Con un poco de imaginación, huevos (que siempre hay en la nevera) y un trozo de queso resolví el problema.
Y el resultado, además de sabroso, fue una receta muy versátil por todas las variaciones que admite; por ejemplo, puedes sustituir el bonito por carne picada, pollo, pavo...; los vegetarianos pueden rellenar las patatas con pisto de verduras. Además puedes sustituir la besamel por queso para fundir, será más rápido y menos complicado.
Al final no solo acabé con las sobras sino que además, con los trozos de patata que retiramos al vaciarlas, surgió una nueva variante, pero esa la dejamos para otra ocasión. Ahora vamos al tema.

Ingredientes:
  • 2 Patatas grandes o 4 pequeñas
  • 2 Huevos cocidos
  • 2 Latas de bonito o atún
  • 2 o 3 Cucharadas de salsa de tomate
  • Besamel (6/8 cucharadas)
  • Queso para rallar o rallado para gratinar
  • Sal, pimienta negra y orégano

Elaboración:
Lavamos las patatas y las ponemos a cocer en una cazuela cubiertas de agua con sal. El tiempo dependerá del tamaño de las patatas. Puede oscilar entre 35 y 50 minutos, pero lo mejor para comprobar si están listas es pincharlas con una puntilla hasta el centro. Si están blanditas y no se quedan adheridas a la puntilla (caen) significará que están en su punto. Deja que se enfríen fuera del agua.
Preparamos ahora el relleno picando los huevos en dados pequeños, desmenuzando el bonito bien escurrido y mezclando todo junto con la salsa de tomate. Adereza con una pizca de pimienta negra molida y orégano. Reserva.
Una vez que las patatas se atemperen las pelamos y las partimos por la mitad en sentido longitudinal si son grandes. Si son de ración las dejamos enteras. El siguiente paso es hacer un hueco en el centro vaciando en parte el interior, siempre con cuidado de no romper las paredes y el fondo. Se hace muy bien con un bolero o vaciador de fruta, pero si no tienes, puedes hacerlo con una cucharilla.
Colocamos las patatas en una fuente o bandeja de horno, rellenamos con la farsa y napamos con besamel; no es necesario que cubras toda la patata, es suficiente con que tape bien el relleno. Ralla un poco de queso sobre cada una e introduce en el horno a gratinar. A comer!!!



miércoles, 23 de noviembre de 2016

PATÉ DE BERENJENAS


Este retorno está siendo muy vegetariano, comenzamos con la crema de calabaza y continuamos con berenjenas. Además ha sido un buen año para esta verdura pues sé que se han recogido abundantes cosechas en los huertos. En todo caso ya sabéis que este producto se encuentra todo el año en los mercados; no hay excusa para no probar esta receta.
La primera vez que hice este plato fue siguiendo los pasos de Arzak. Recuerdo que fue durante alguna fiesta Navideña y la primera vez que lo presenté no tuvo demasiado éxito, circunstancia normal si tenemos en cuenta la cantidad ingente de suculenta comida a la que siempre nos enfrentamos en esas fechas. Ésto me permitió averiguar que el paté de berenjenas está más rico con reposo, así, en la siguiente comida  fue rotando sin parar por la mesa hasta que se acabó y la opinión resultó ser unánime: DELICIOSO. En las siguientes ocasiones, he ido simplificando y adaptando un poco los ingredientes y la elaboración sin que se haya producido un cambio sustancial en el resultado, sigue estando buenísimo. 
Es interesante que sepas que con una berenjena obtenemos una buena cantidad de paté, si cocinas para pocos comensales te durará unos días (aguanta bien en la nevera) y si es para muchos será un picoteo estupendo. Al final de la receta te daremos algunas ideas de presentación pero de momento vamos a ponernos el delantal y a cocinar

Ingredientes:
  • 1 Berenjena
  • 1 Tomate maduro pequeño
  • 1 Cebolleta
  • 1/2 Limón
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta negra
  • Comino 

Elaboración:

Calienta el horno a 180º mientras lava y seca la berenjena y el tomate. Corta la primera por la mitad de tal forma que te queden 2 partes similares y haz en cada una unos cortes en la carne, respetando la piel, para que resulte más fácil vaciarlas después de asadas (fíjate en la foto). Salpimenta y pon una pizca de comino y unas gotas de aceite en cada mitad. Envuelve por separado cada una de ellas en papel de aluminio. 
Retira la primera capa de la cebolleta, parte por la mitad y reserva una de ellas. Salpimenta y pon unas gotas de aceite en la otra y envuélvela también en papel aluminio. 
Repite la operación con el tomate pero entero, sin partir.
Pon los envoltorios en una placa o fuente para horno y cuando alcance éste la temperatura, introduce y deja que se hagan durante 20 o 30 minutos el tomate y la cebolleta y de 40 a 50 la berenjena. Deja atemperar.
Mientras, pica finamente la otra mitad de la cebolleta y pon una sartén con 2 cucharadas de aceite al fuego. Pocha la cebolleta a fuego lento y durante este tiempo pela el tomate y trocéalo junto con la cebolleta puesto que ya estarán tibios. Incorpora a la sartén. Con una cuchara, extrae la carne de las berenjenas, trocéala y añade también.[Es muy importante que recojas todos los jugos que las verduras hayan soltado en los aluminios y los agregues junto con la carne]. Rocía con un chorrito de zumo de limón y deja a fuego muy lento durante 15 minutos. Retira y deja que entibie.
Pasa a un vaso batidor y tritura bien todo; prueba el punto de sal rectificando si fuera necesario. Sin dejar de batir incorpora poco a poco un chorro de aceite y monta bien hasta que quede bien ligado. Listo.
Puedes servirlo frío o templado.

Ideas de presentación
Tienes muchas posibilidades a la hora de presentar este paté, tanto en su base como en el acompañamiento.
Lo más sencillo es presentarlo en un recipiente para colocar en el centro de la mesa y acompañarlo con unas tostadas o unas galletas tipo crackers para untarlo, así  cada cual se pondrá a su gusto. Siempre es mejor esta opción que presentarlo ya untado en las tostadas pues, el pan se ablanda y no es agradable de comer.
Puedes servirlo también sobre volovanes o tartaletas mini, eso sí, dales un golpe de horno justo antes de comer, quedarán más crujientes. Para decorar elige entre rodajas finas de pepinillos encurtidos, anchoas, pimiento asado, sésamo tostado, unos piñones .... Cualquier otra idea que se te ocurra seguro que es buenísima.

A última hora se me ocurrió espolvorear un poquito de pimentón

martes, 15 de noviembre de 2016

CREMA DE CALABAZA con zumo de naranja

Ha pasado más de un año desde la última receta publicada. No es que me haya aburrido de compartir estas experiencias culinarias, no; simplemente otras obligaciones me han mantenido ocupada. Pero lo importante es que, como el otoño, estamos aquí otra vez con muchas ganas de seguir enredando en la cocina, preparando recetas tradicionales o probando cosas nuevas o mezclando un poco de cada una.Y eso es precisamente lo que vamos a hacer en este plato: darle un punto de innovación a una sencilla crema de calabaza.
Como podéis ver seguimos cocinando con los productos de temporada. La calabaza es un clásico del otoño junto con el membrillo, las granadas, manzanas y peras, los frutos secos .... Iremos trabajando con ellos mientras vemos como las hojas de los árboles van tornando de su gama de verdes a los amarillos y marrones hasta que muchas de ellas caen y pasan a formar parte de la alfombra que cubre los senderos; esa hojarasca que resulta tan placentero pisar porque a la vez que amortigua suavemente los pasos produce un sonido peculiar que a mí me resulta un poco inquietante. Tal vez sea por esa sensación de vacío que sientes cuando se acumulan tantas que parece que tu pie nunca llega a tocar tierra firme.

Dejemos ya los paseos por el monte y vayamos a la cocina

Ingredientes:
  • 300 gr. de calabaza
  • 300 gr. de zanahorias
  • 1 o 2 naranjas de zumo (dependiendo el tamaño y el zumo que consigas)
  • 1 vaso de caldo de verduras
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal, pimienta negra, comino y jengibre
  • 1 yogur natural


Preparación:
Pela las zanahorias y la calabaza y corta las primeras en rodajas y la segunda en dados.
En la olla calienta dos cucharadas de aceite y rehoga a fuego lento unos minutos (3 o 4). Agrega la mitad del caldo, una pizca de comino y otra de jengibre si es en polvo o ralla un poquito si fuera fresco. Tapa y cuando comience el vapor deja hervir 5 minutos. Si no tienes olla puedes hacerlo en una cazuela a fuego lento durante 40 minutos pero tendrás que poner más cantidad de caldo y vigilar para que no se seque. 
Cuando baje la presión tritura el contenido hasta que quede una crema espesa pero bien fina. Es muy importante que quede bien triturado. Sobre ella ralla la piel de la mitad de una naranja; exprímela e incorpora también el zumo. Continúa batiendo añadiendo el resto de caldo hasta obtener el espesor deseado, prueba el punto de sal y rectifica si es necesario y pon una pizca de pimienta negra molida.
Bate bien el yogur y pon en una salsera aparte para presentar en la mesa, así cada uno podrá servirse al gusto.
Sirve la crema bien caliente.
Puedes decorarla con unos costroncitos de pan frito o tostado, pipas de calabaza u otros frutos secos picados.

Consejo
Yo prefiero que cada uno se sirva el yogur al gusto porque la diferencia de sabor es considerable dependiendo de la acidez de  las naranjas. Cuando son muy ácidas es posible que no necesites poner yogur porque puede resultar excesivamente ácida y al contrario, si las naranjas son muy dulces necesitarás añadir más cantidad de yogur; piensa que los ingredientes principales del plato son bastante dulces.

martes, 21 de julio de 2015

ENSALADA DE LENTEJAS


Está claro que el calor no invita a cocinar; menos aún platos calientes. Quién es el osado que se atreve a encender el horno con estas olas de calor que se han apoderado de la península?


Una buena opción por tanto son las ensaladas y no por eso hay que olvidarse de comer legumbres, muy importantes para una dieta equilibrada. Quizá os pase como a mí que siempre recurro a los garbanzos como base, olvidando un poco las lentejas durante la época estival. 

Así que me puse a investigar las posibilidades. Los resultados fueron muy variados pero elegí una receta de Eva Arguiñano que modifiqué un poquito para adaptarla al contenido de mi frigorífico y mi despensa, aunque sin cambiar los ingredientes principales. El resultado fue estupendo; la ensalada es realmente rica y muy fácil de preparar por lo que os animo, como siempre, a probarla.


Ingredientes (para 4 personas):

  • 300 gr. de lentejas
  • 1 puerro (utilizaremos sólo la parte verde)
  • 1 cebolleta
  • 1 hoja de laurel
  • 50 gr. de rúcula
  • 16 tomatitos cherry
  • 12 aceitunas negras
  • 1 aguacate
  • 1 zanahoria
  • Sal de cocina y en escamas
  • Aceite de oliva virgen extra (aromatizado con ajo, pimienta y romero)*
  • Vinagre (utilicé de Jerez)


Para aromatizar aceite sólo tienes que ponerlo en un bote o botella de cristal con unos dientes de ajo, una ramita de romero y unas bolas de pimienta. Déjalo en un lugar protegido de la luz durante al menos 15 días y listo para consumir. Si te resulta fuerte utiliza menos cantidad para aliñar y completa el aderezo con el mismo aceite que utilizaste como base.

Elaboración:
Para comenzar ponemos las lentejas a hervir en una olla a presión, cubiertas de agua, junto con la hoja de laurel, la parte verde del puerro y de la cebolleta que habremos limpiado previamente y un poco de sal. Sigue las instrucciones del fabricante para el tiempo de cocción. Cuando estén, retira lo verde y escurre con la ayuda de un colador. Reserva.



En un bol ponemos los tomates cherry y las olivas, cortados ambos a la mitad; mezclamos con la rúcula y aderezamos con escamas de sal y un chorrito del aceite aromatizado. Remueve y reserva.


Cortamos el aguacate en gajos, pelamos la zanahoria y hacemos tiras con ayuda de un pelador. Cortamos la cebolleta en medias lunas finitas.


Ahora sólo nos queda montar. Haremos un emplatado individual poniendo unos gajos de aguacate en un lado y un montoncito de lentejas en otro; sobre éstas colocamos la mezcla de la rúcula y coronamos con la zanahoria y la cebolleta. Rectifica de sal si lo consideras necesario. Riega el conjunto con un chorrete de vinagre y un poco más del aceite. A disfrutar ....





Esta forma de presentación nos permite elegir los ingredientes que ponemos; por ejemplo en ésta no hemos puesto cebolla. Si la sirves toda en una fuente común no tendrás esta opción.

miércoles, 10 de junio de 2015

GAZPACHO DE SANDIA

Aunque me he tomado un descanso, aquí estoy de nuevo compartiendo con todos los que lo deseen nuevas recetas. 
Supongo que a todos nos pasa lo mismo, cuando llega el calorcito nos quitamos de encima el peso del invierno (sobre todo aquí en el norte, que ya se hace largo) y tan ligeros nos sentimos que queremos hacer mil cosas; evidentemente, no llegamos a todo así que no nos queda más remedio que establecer prioridades y elegir, entre lo que no es primordial, aquello que más nos apetece en el momento. Y si en el momento hace un sol espléndido y una temperatura muy agradable, no hay quien se encierre en casa frente al ordenador. Pensareis que no es necesario, hoy en día estamos conectados a Internet prácticamente en cualquier lugar. Cierto, pero yo necesito mi ambiente, mi entorno y cierta tranquilidad. Soy así de ... ñoña? 
Pero bueno, vamos con lo realmente importante: una receta veraniega, refrescante y muy apropiada para mantenernos hidratados durante estos meses calurosos. Gazpacho, al que daremos un toque distinto con fruta (no es la primera vez, os recuerdo el gazpacho de fresas y el gazpacho de cerezas). En esta ocasión hemos elegido sandía que ya está en todos los mercados y la podremos disfrutar durante todo el verano; además le aporta un punto todavía más fresco, si cabe, al gazpacho tradicional. Haz la prueba tú mismo y repetirás.

Ingredientes (para 4/5 raciones):
  • 3 o 4 tomates maduros (depende del tamaño)
  • 1/4 de pimiento rojo
  • 1/4 de pimiento verde
  • 1/4 de cebolleta
  • 1/2 pepino
  • 1 rebanada gruesa de pan de hogaza del día anterior
  • 1 rodaja gruesa de sandía
  • Vinagre de jerez
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta negra
  • Agua fría

Elaboración:
Ponemos el pan troceado y sin corteza a remojar en agua fría.
En un bol ponemos los tomates, el pimiento rojo y el verde y la cebolleta bien limpios y troceados; pelamos el pepino, cortamos en rodajas y añadimos también. Incorporamos el pan bien escurrido y aliñamos con un poco de sal, un chorrito de vinagre y otro de aceite. Tapamos con film transparente y dejamos macerar en el frigorífico al menos 1 hora (mejor si es más tiempo).
Pasamos la mezcla a un vaso o jarra para triturarlo. Cuando esté muy batido colamos la mezcla para retirar pieles y pepitas. Volvemos a colocar el puré resultante en la jarra y añadimos ahora la sandía limpia de piel y pepitas y troceada en dados. Batimos de nuevo hasta que quede todo incorporado. 
Veremos ahora la textura: si está muy espeso vamos añadiendo agua poco a poco hasta obtener el espesor deseado; en caso contrario añadiremos un poco más de pan remojado previamente, todo esto sin dejar de batir.
Probamos para comprobar el punto de sal y vinagre. Rectificamos si es necesario y volvemos a batir incorporando a la vez un buen chorro de aceite de oliva virgen extra (como 3 cucharadas). Dejamos enfriar en la nevera y servimos acompañado de unas bolitas de sandía, una pizca de pimienta recién molida y unas gotas de aceite.



Idea

Como ves, yo no le pongo ajo a los gazpachos, y menos si llevan fruta. Creo que su sabor adquiere demasiado protagonismo sin dejar que el paladar disfrute de lo que aporta cada uno de los demás ingredientes. Si eres muy amante del ajo puedes añadir medio diente. Mi truco en este caso es tener un aceite aromatizado con ajo y poner unas gotitas en el momento de servir. Le da un toque muy rico sin ser protagonista. Haz la prueba.



lunes, 27 de abril de 2015

ESCALIBADA

Seguro que todos sabéis que la escalibada es un plato de la cocina catalana que consiste en verduras asadas, comúnmente pimiento rojo, berenjena y cebolla  y se sirven, templadas o frías, cortadas en tiras y aderezadas.
La verdad es que dicho así parece algo simple y poco apetecible. Lo primero es cierto si nos referimos a la ejecución de la receta, pero lo segundo no tiene nada que ver con la realidad porque con un aliño de aceite de oliva y unos cristales de sal es deliciosa. Pero además nos ofrece otras muchas posibilidades tanto en el acompañamiento como en la presentación: puede servirse como entrante (como una ensalada), acompañando carnes, pescados o huevos. Con anchoas en conserva o con unas lascas de bacalao marida estupendamente. La presentación sobre una buena tosta de pan también te dará juego para un picoteo, ya sea sola o acompañada con cualquier producto de los que hemos hablado. 
Adereza siempre con un poco de vinagreta de base, le va a dar un punto de sabor muy agradable. Puedes ponerle algún toque verde también: perejil, albahaca, orégano, romero ... depende un poco de lo que te guste y del acompañamiento. Incluso un ligero toque de pimienta negra no le queda nada mal. 
Hay quien le pone ajo muy picadito en el aliño y es verdad que también le queda muy bien. En todo caso en la receta le daremos nuestro toque y veremos alguna manera más de aliñar.
A la hora de elegir las verduras ya sabes que deben estar lisas y tersas, sin síntomas de haber recibido golpes y con ese aspecto de estar frescas, casi como recién cortadas.
Pues venga, enciende el horno que esto empieza

Ingredientes:
2 pimientos rojos
2 berenjenas
2 cebolletas o cebollas
1 o 2 tomates
1 o 2 dientes de ajo
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre (utilizo balsámico pero vale cualquiera)

Elaboración:
Calienta el horno a 200º.
Mientras lava todas las verduras menos las cebolletas, seca con un paño limpio y reserva.
Retira los extremos de las cebolletas y córtalas por la mitad; retira la primera capa. Pon las berenjenas y los pimientos enteros y las cebolletas cortadas en una fuente para horno o si lo haces en la bandeja de éste fórrala antes con papel de aluminio, así la limpiarás más fácilmente. Riega con un chorrito de aceite e introduce en el horno precalentado.
Pasados unos 15 minutos extrae la bandeja del horno y dale la vuelta a las verduras. Incorpora los tomates y los dientes de ajo sin pelar y vuelve a introducir la bandeja en el horno. Espera otros 15 minutos y vuelve a repetir la operación con el tomate y si lo ves necesario voltea también el resto de verduras. Deja 5 minutos más y apaga el horno. 
Saca los pimientos y ponlos en algún recipiente bien tapados hasta que se templen, esto facilitará el siguiente paso que es retirar la piel y las pepitas. Reserva el líquido que suelten. Cuando los tengas, extiéndelos abiertos por un lateral sobre la tabla y córtalos en tiras estrechas.
Saca ahora las berenjenas, córtalas por la mitad longitudinalmente y ayudándote con una cuchara retira la pulpa de la piel. Cortamos a pulpa en tiras igual que hicimos con el pimiento.
Por último cortamos las cebolletas en tiras también y reservamos todo.
Pela el tomate, retira el pedúnculo y ponlo en el vaso batidor; pela el ajo y añádelo.
Calienta el líquido de los pimientos y desglasa la fuente o bandeja con él, limpiando bien todos los jugos que han soltado las verduras. Ayúdate con una lengua, verás que arrastra todo mejor. Pon un chorrito en el vaso batidor con el tomate y el ajo, una pizca de sal, unas gotas de vinagre y 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Bate todo bien y reserva.
Ahora llega el momento de presentar el plato. Si vas a hacerlo individual puedes ayudarte de un cortapastas.
Pon una capa de tiras de berenjena, pizca de sal, un poco de cebolleta y cubre con las tiras de pimiento. Pon unos cristales de sal y adereza y decora con la salsa de tomate y ajo.
Si lo presentas sobre una rebanada de pan, tuéstala antes para que no se ablande demasiado y sirve enseguida. Recuerda que puedes poner unas anchoas, bacalao, huevo de codorniz ...


Idea

Puedes servirlo cubierto con lonchas de tomate natural cortadas muy finitas y aliñado con vinagreta base o si tienes, con un aceite aromatizado con ajo y romero. También te admite unas anchoas o un bacalao ahumado por ejemplo...



miércoles, 15 de abril de 2015

ALCACHOFAS CON JAMÓN

Las alcachofas me vuelven loca. Suele pasar con estos productos cuya temporada es puntual y más bien corta; así no te da tiempo a cansarte de ellos. Me gustan de todas las formas en que las cocino pero creo que ésta, la clásica, se lleva la palma. 
Tienes que tener en cuenta algunos aspectos a la hora de elegir unas buenas alcachofas: muy importante es que estén bien cerradas y tengan las hojas apretadas; el peso también las distingue, elige las que más pesen conforme al tamaño, quiero decir que no tienen que ser las más grandes; y por supuesto que no presenten manchas marrones en las hojas.
Si nunca has limpiado alcachofas puede que al principio te resulte un poco pesado, pero poco a poco lo irás haciendo cada vez más rápido y mejor. En la receta te explico como hacerlo. De verdad que el esfuerzo merece la pena pues nada tiene que ver degustar una alcachofa fresca con comer una en conserva. 
Mucho hemos oído hablar de sus propiedades, que no son pocas: diurética, digestiva y protectora del hígado son las tres que destaco por parecerme las más importantes pero si quieres más información no tienes más que indagar un poco para saber mucho más de sus bondades.
Pues no tienes excusas para en la próxima compra incluir estos ingredientes y darle a la alcachofa que se acaba la temporada.

Ingredientes (para 4 personas):

  • 12 alcachofas
  • Medio limón
  • 3 dientes de ajo
  • 50 gr. de jamón en taquitos pequeños
  • 1 cucharada (tamaño postre y colmada) de harina
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Un chorro de vino blanco (media copa)
  • Sal
  • Perejil en rama y picado


Elaboración:
  1. Limpiar las alcachofas: corta el tallo dejando como mínimo 1,5 cm. y a partir de éste comienza a retirar la parte exterior cortando con un cuchillo y tirando hacia la base de la alcachofa. Cuando tengas esta parte comienza a retirar las hojas exteriores arrancándolas con las manos hasta que aparezcan otras de color blanquecino o amarillento y más suaves. Corta entonces la punta que presentará un color más verde. Pasa el limón por toda la alcachofa para que no se ponga negra e introduce en un recipiente con agua. La parte del tallo que cortamos al principio también se aprovecha y está muy rico; se pela quitando la capa exterior y más leñosa. Haz lo mismo con el limón y tendrás la primera limpia. Repite los pasos con las demás.
  2. Hervir las alcachofas: yo suelo hacerlo en la olla pero si no tienes utiliza una cazuela normal. Pasa las alcachofas y los "rabitos" a la olla; cubre con agua y añade una pizca de sal y unas ramas de perejil. Para el tiempo de cocción consulta las tablas de tu olla. Yo las dejo 5 minutos justos, 3 más retiradas del fuego y saco inmediatamente el vapor a la olla cortando así la cocción. Si las haces en cazuela deja que hiervan 20/25 minutos. Reservar por un lado las alcachofas y por otro el agua de cocción.
  3. Hacer la salsa: pela los dientes de ajo y lamina. En una sartén o tartera pon a calentar el aceite; cuando esté fríe ligeramente los ajos laminados y añade los taquitos de jamón. Sofríe el conjunto e incorpora la harina; remueve y deja que se haga un momento con cuidado de que no se queme, fuego suave. Añade el vino, mezcla bien con la harina e incorpora un poco del agua de la cocción; la cantidad depende un poco del punto que quieras darle a la salsa, más espesa menos caldo y a la inversa. Añade poco a poco para alcanzar el espesor que te guste. 
  4. Para terminar corta las alcachofas a la mitad e introduce en la salsa. Deja que se haga todo junto unos 5 minutos a fuego lento. Espolvorea con perejil picado y sirve.