lunes, 15 de diciembre de 2014

MANZANAS ASADAS

Estamos en plena temporada de manzanas, así que aprovecha para comerlas de todas las formas posibles. Y creo que mi favorita es asada ... definitivamente lo es. Y me gusta especialmente templada y acompañada con yogur natural.

Asarlas es muy fácil, además vamos a darle toquecito con un vinito oloroso y un poco de canela. El aroma que desprenden cuando se están haciendo recuerda a la cocina de la abuela en otoño, cuando el calor de la cocina de carbón, te arropaba en las primeras tardes frías de la temporada y te calentabas las manos con las castañas recién asadas, pasando las primeras de una mano a la otra para poder soportar el calor sin llegar a quemarte. Mnnnnn y que ricas también las castañas, pero vamos a quedarnos hoy con las manzanas.


Ingredientes:

  • 4 manzanas reinetas
  • 4 cucharadas de azúcar moreno
  • 4 avellanas de mantequilla
  • Un chorrito de vino oloroso de pasas o coñac
  • Canela molida
  • Agua

Preparación:
Pondremos a calentar el horno a 180º mientras vamos preparando un recipiente adecuado para el horno, personalmente me gusta hacerlas en cazuela de barro pero no es imprescindible.
Lava las manzanas y retira el corazón, bien con cuchillo o, si lo tienes, con un descorazonador. Haz un corte alrededor de cada manzana, que sea superficial, sólo en la piel, para que al hacerse no se rompan. Ponlas en el recipiente y rellena cada agujero con el azúcar y coloca la mantequilla encima de cada una, espolvorea con una pizca de canela y riega con un chorrito de vino o coñac. Pon también una parte de agua, como la mitad de la cantidad de vino.
Introduce en el horno cuando alcance la temperatura y calcula que deberán estar entre 30 y 40 minutos dependiendo del tamaño. Puedes pincharlas para ver si están blanditas pero ten cuidado de no hacerlas demasiado para que no se desmoronen.
Deja templar y sirve.




Puedes acompañarlas con yogur natural, frutos secos o con una crema de caramelo (salsa hecha con caramelo y nata líquida). En cualquier caso será un postre fácil y muy rico.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Vchyssoise con almendras y brocheta de gambas


Hay determinados productos que en casa no faltan en las comidas navideñas. Son platos que no necesitan elaboración, solamente hay que presentarlos adecuadamente, lo que facilita el trabajo de los cocineros/as. Me refiero, por ejemplo, a un plato de buen jamón que no necesita nada más que estar bien cortado, tener la temperatura adecuada y acompañarlo de rico pan (tostado, picos, regañas ...). Nada que envidiarle tendría uno de cecina, de la mejor calidad, eso sí, en lonchas finas, espolvoreada con queso parmesano rallado y regada con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Deliciosa.
Otro producto estrella es la "Torta del Casar" o "de la Serena", dependiendo de los años. Solemos presentarla sobre rebanadas de pan, muy finas, previamente tostadas en el horno, con una pizca de pimentón de la Vera espolvoreado por encima y unas gotas de aceite de oliva virgen extra. Muy rico también.Y aún hay más, pero vamos con la receta de hoy.
En la cena de nochebuena, siempre servimos alguna sopa o crema, que nos reconforte en estas fechas en las que el frío acecha. Solemos variarlas dependiendo del menú de cada año, pero esta variante de la vchyssiose nos gustó tanto que la hemos repetido varios años. Y es que, si la vichyssiose ya es considerada la crema de las cremas, enriquecida con las gambas y las almendras se convierte en plato supercompleto y muy muy rico. Te animo a probarla


Ingredientes (para 4 raciones):
  • 2 puerros
  • 1 cebolleta (o cebolla)
  • 1 patata grande
  • 50 gr. de almendra molida
  • 1 litro de caldo de pescado
  • 16 gambas
  • 1 diente de ajo
  • Un chorrito de coñac u otro licor
  • Un chorrito de nata líquida
  • Sal y pimienta negra
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 4 palitos de brocheta

Elaboración:
Para empezar limpiaremos bien los puerros para que no tengan restos de arenilla. Haz un corte en la parte verde de los puerros en forma de cruz y lava bajo el grifo hasta que queden bien limpios, es muy desagradable encontrarte luego arenillas en la boca.
Corta los puerros en rodajas y trocea la cebolleta. Pon el conjunto a rehogar en una cazuela con 2 o 3 cucharadas de aceite, a fuego suave para que no se doren. Pela la patata y trocea. Incorpora a la cazuela, añade la almendra molida y rehoga todo durante 2 minutos más; moja con el caldo de pescado, rectifica de sal si es necesario, añade una pizca de pimienta negra molida y deja que hierva durante 20 minutos.
Mientras, pelamos las gambas. Reservamos las colas por un lado y el resto por otro.
En una sarten pon 2 cucharadas de aceite. Pela el diente de ajo, lamina y rehoga en el aceite caliente. Cuando empiece a dorarse añade las cabezas y restos de las gambas; rehoga también aplastando un poco las cabezas. Riega con un chorrito de coñac y flambea. Añade medio vaso de agua y una pizca de sal. Deja que hierva 5 minutos. Cuela el caldo resultante extrayendo bien el jugo de los restos de las gambas. Reserva.
Pasados los 20 minutos, tritura con la batidora el conjunto añadiendo también el caldo de las gambas. Bate bien para que te quede una crema muy fina y suave; no tiene que quedar espesa, más bien al contrario, a medio camino entre una sopa y un puré. Vuelve a poner a fuego suave.

Mientras comienza a hervir, ensarta 4 gambas en cada palo de brocheta e introduce en la crema hirviendo a fuego suave durante no más de un minuto. Retira y reserva las brochetas calientes.
Retira la crema del fuego y añade la nata líquida, remueve con varilla para acabar de ligar.
Sirve la crema bien caliente y acompaña con las brochetas de gambas. 



Puedes poner, si lo prefieres, las gambas troceadas en la crema, como tropezones.


lunes, 1 de diciembre de 2014

Ensalada de salmón y mango


Este plato es un 10 rotundo.
Creo que todos aquellos que lo han probado han pedido la receta. Además es muy sencillo; en lo único que hay que esmerarse un poco es en la elección de los ingredientes y en su presentación.
La calidad de los ingredientes siempre es importante, pero en este caso pongo especial énfasis porque al ser pocos e ir en crudo, no hay nada que enmascare su aspecto, textura o sabor y si habéis comido alguna vez un mango que no estuviera maduro sabréis perfectamente a que me refiero. Así pues, has de comprar el mango en un buen punto de maduración, y te aconsejo lo hagas con días de antelación para que puedas decidir si conviene que madure algún día más o es suficiente conservarlo en el frigorífico hasta utilizarlo.
El salmón puedes comprarlo ahumado, marinado o hacerlo tu mismo/a, depende un poco de lo que quieras complicarte. La mayor dificultad puede ser lonchearlo para que quede bien presentado, pero con un poco de paciencia y un cuchillo bien afilado tampoco será un problema.
Por lo demás, es todo tan sencillo que te sorprenderá como los ingredientes se complementan para formar un todo delicado y fresco, ideal para estas grandes comidas que nos esperan.
Prueba y cuéntame los resultados.

Ingredientes (para 4 raciones):

  • 1 mango maduro
  • 150 gr. de salmón ahumado o marinado
  • 20/25 pistachos
  • 1 limón
  • Pimienta negra molida
  • Aceite de oliva virgen extra


Elaboración:
Pela el mango y córtalo en lonchas finas. Reserva.
Pela los pistachos y májalos en el mortero. No hace falta que los machaques en exceso, tienen que quedar en pedacitos pequeños, no en polvo. Reserva.
En el recipiente donde vayas a presentarla, coloca las lonchas de salmón alternando con las de mango; puedes hacerlo por filas o alternando lonchas de uno y otro.
Prepara una vinagreta con el zumo de medio limón y 3 o 4 cucharadas de aceite de oliva. Mezcla bien hasta emulsionar.
Espolvorea la ensalada con una pizca de pimienta negra molida, riega con la vinagreta y reparte por encima los pistachos. Sirve.


Marinar salmón

Encontrarás innumerables formas y recetas para hacer salmón marinado, pero creo que es muy importante saber lo que harás después con ese salmón para elegir una u otra forma.
Se puede aderezar con hierbas, pimienta ...; enriquecer con cítricos: marinando en su jugo, añadiendo ralladura de las pieles; aportar sabor: rallando una pizca de jengibre, añadiendo un chorrito de salsa de soja o una cucharadita de miel ...
En fin, como la lisa es larga, quiero centrarme en el salmón sin atributos, para luego poder añadirle lo que gustemos o integrarlo en otras recetas sin sabores añadidos.
Es muy fácil de hacer y puede darte mucho juego tener a mano unas lonchitas de salmón marinado para, por ejemplo, hacer unas tostas con aguacate, añadir a una ensalada de espinacas y queso de cabra y mil platos más que se me ocurren.
Vamos con ello.

Ingredientes:
  • Un trozo de salmón limpio y sin espinas pero con piel (mejor lomos)
  • Azúcar y sal en la misma proporción
  • Aceite de oliva virgen extra
(No especifico cantidades porque depende del tamaño del trozo de salmón que quieras utilizar)

Elaboración:
Empezaremos por congelar la pieza de salmón. Mantenlo congelado durante 5 días para evitar problemas de anisakis. Una vez descongelado, haremos una mezcla de sal y azúcar al 50% y con una parte de esta mezcla cubriremos la base de un recipiente de tamaño similar a la pieza de salmón. Encima, coloca ésta con la piel hacia arriba y cubre bien con el resto de la mezcla.Tapa bien con film y pon algo de peso encima. Deja 24 en el frigorífico. Pasado el tiempo, retira el salmón, pasa por el chorro de agua, renueva la mezcla de sal y azúcar y repite la operación poniendo esta vez la piel hacia abajo. Deja otras 12 horas.
Vuelve a pasar entonces el salmón por el chorro de agua, seca bien con papel de cocina y lonchea finamente hasta dejar la piel limpia. Vete colocando las lonchas en un recipiente, mejor de cristal, y regándolas con el aceite de oliva virgen.
Y ya tienes un rico salmón dispuesto para hacer mil cosas con él. Consérvalo en el frigorífico.

Si prefieres hacerlo ahumado, compra un producto especial para ello que puedes encontrar en cualquier supermercado y sigue las instrucciones del fabricante.