miércoles, 4 de febrero de 2015

GALLETITAS RELLENAS

El aroma que desprenden estas galletas al cocerse en el horno es tan rico que me gustaría que mi cocina oliese siempre así. Claro que yo soy una fanática de la canela, casi más de su olor que de su sabor.

Tenia muchas ganas de hacer galletas de jengibre así que me puse a buscar recetas y buscando encontré una de galletas de mantequilla rellenas; se me antojó hacer galletitas de jengibre rellenas y como le pongo canela a todo lo dulce que cocino pues al final resultaron "galletitas de jengibre y canela rellenas". Lo que hice fue utilizar la base de las galletas de mantequilla añadirle los ingredientes para conseguir el sabor que me apetecía y la técnica del relleno para el acabado. Añadí también la almendra porque estaba dudando si utilizar de base otra receta de galletas de almendra, pero la realidad es que no sé si le aporta demasiado.

Para rellenarlas utilicé dos mermeladas diferentes, ambas caseras: una de higos, que me resultó demasiado dulce y otra de membrillo y manzana, que sin duda fue la triunfadora (por supuesto las dos aromatizadas con canela, no lo puedo evitar). Aunque en la receta no especifico el sabor de la mermelada para que cada cual elija la que más le guste, os aconsejo que escojáis alguna con punto de acidez como fresas, frambuesas...
Moldes también hay muchos para elegir, pero como San Valentín está llegando, el de corazón puede ser una buena opción. Anímate a probar

Ingredientes:
125 gr. de mantequilla
125 gr. de azúcar glass
300/320 gr. de harina tamizada
25 gr. de almendras molidas
1 cucharada de leche
1 huevo (grande)
1 cucharadita de canela molida
1/2 cucharadita de jengibre (en polvo o fresco rallado)
Mermelada para el relleno
Azúcar glass para decorar

Elaboración:
Para comenzar tendremos la mantequilla a temperatura ambiente y la trabajamos hasta dejarla a punto de pomada; entonces incorporamos el azúcar y continuamos batiendo hasta mezclar bien. Añadimos el huevo y sin dejar de batir vamos añadiendo las almendras molidas, la canela y el jengibre. Comenzamos a añadir la harina mezclando todo bien e incorporamos  la leche para que la masa acabe de ligarse bien. Continúa añadiendo harina y amasando hasta que la masa  se despegue de las manos y de la superficie donde la estés trabajando. Puede que necesites añadir un poco más de la cantidad que pongo en la receta o lo contrario, que antes de incorporar toda la harina la masa ya no se pegue.
Divídela en dos partes, haz una bola con cada una, envuélvelas en film y deja que reposen al menos una hora en el frigorífico.
Enharina la superficie donde vayas a trabajar y coloca una bola de masa encima; trabájala un poco para ablandarla y comienza a estirarla con el rodillo hasta conseguir un grosor de 2 mm. como mucho, piensa que al ir dobles cuanto más finas queden, mejor. Comenzaremos cortando las que nos servirán de base; hazlo con un cortapastas o con un vaso, teniendo en cuenta que deberán ser del mismo tamaño que el molde que utilizaremos para cortar las que irán sobre éstas.










Haz la misma operación con la otra bola de masa y córtala ahora con un molde de los que llevan agujero con formas en el centro.

Hornea a 180º durante 12-15 minutos o hasta que queden un poco tostadas, siempre con el horno precalentado. Cuando las saques deja que se enfríen sobre una rejilla. Las que llevan el agujerito central las espolvoreamos con azúcar glass; mejor con ayuda de un colador. Unta las bases con un poquito de mermelada y coloca sobre ellas las agujereadas con su azúcar. Listo




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