Como tod@s sabéis, cada año empieza a oler a Navidad una semana antes que el año anterior. Se empeñan en contagiarnos (o vendernos) el espíritu navideño con la suficiente antelación para que si hay algún inmune, acabe infectado.
Personalmente, cada año me cuesta más dejarme arrastrar por esta vorágine, pero reconozco que me sigue valiendo la disculpa de reunirme con mi familia y disfrutar de su compañía. Y como casi todos, lo hacemos en mesa redonda, frente a un menú que ha habido que pensar, comprar sus ingredientes y elaborar.
Por eso quiero colaborar un poquito con todas esas personas que Navidad tras Navidad tienen que pensar, comprar y cocinar para que los demás disfruten, tratando de renovarse, de sorprender y satisfacer cada año a su familia. Y supongo que, el esfuerzo y el trabajo se ven altamente recompensados cuando ves a todos saborear los platos con cara de satisfacción y ya si te regalan los oídos con "unnmmmm", "que rico", "delicioso"... es motivo suficiente para repetir el año próximo.
Para ello he pensado ir publicando las recetas que en casa han tenido mayor éxito, desde los clásicos que hacía mi madre y antes la abuela, pasando por esas tan aplaudidas que se repitieron en años posteriores por petición popular y que serán los clásicos para la siguiente generación, hasta las últimas ideas.
Así que, atent@s que en breve sale la primera calentita, calentita; está acabando de cocerse en el horno...
Hasta pronto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario