Ha pasado más de un año desde la última receta publicada. No es que me haya aburrido de compartir estas experiencias culinarias, no; simplemente otras obligaciones me han mantenido ocupada. Pero lo importante es que, como el otoño, estamos aquí otra vez con muchas ganas de seguir enredando en la cocina, preparando recetas tradicionales o probando cosas nuevas o mezclando un poco de cada una.Y eso es precisamente lo que vamos a hacer en este plato: darle un punto de innovación a una sencilla crema de calabaza.
Como podéis ver seguimos cocinando con los productos de temporada. La calabaza es un clásico del otoño junto con el membrillo, las granadas, manzanas y peras, los frutos secos .... Iremos trabajando con ellos mientras vemos como las hojas de los árboles van tornando de su gama de verdes a los amarillos y marrones hasta que muchas de ellas caen y pasan a formar parte de la alfombra que cubre los senderos; esa hojarasca que resulta tan placentero pisar porque a la vez que amortigua suavemente los pasos produce un sonido peculiar que a mí me resulta un poco inquietante. Tal vez sea por esa sensación de vacío que sientes cuando se acumulan tantas que parece que tu pie nunca llega a tocar tierra firme.
Dejemos ya los paseos por el monte y vayamos a la cocina
Ingredientes:
- 300 gr. de calabaza
- 300 gr. de zanahorias
- 1 o 2 naranjas de zumo (dependiendo el tamaño y el zumo que consigas)
- 1 vaso de caldo de verduras
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal, pimienta negra, comino y jengibre
- 1 yogur natural
Preparación:
Pela las zanahorias y la calabaza y corta las primeras en rodajas y la segunda en dados.
En la olla calienta dos cucharadas de aceite y rehoga a fuego lento unos minutos (3 o 4). Agrega la mitad del caldo, una pizca de comino y otra de jengibre si es en polvo o ralla un poquito si fuera fresco. Tapa y cuando comience el vapor deja hervir 5 minutos. Si no tienes olla puedes hacerlo en una cazuela a fuego lento durante 40 minutos pero tendrás que poner más cantidad de caldo y vigilar para que no se seque.
Cuando baje la presión tritura el contenido hasta que quede una crema espesa pero bien fina. Es muy importante que quede bien triturado. Sobre ella ralla la piel de la mitad de una naranja; exprímela e incorpora también el zumo. Continúa batiendo añadiendo el resto de caldo hasta obtener el espesor deseado, prueba el punto de sal y rectifica si es necesario y pon una pizca de pimienta negra molida.
Bate bien el yogur y pon en una salsera aparte para presentar en la mesa, así cada uno podrá servirse al gusto.
Sirve la crema bien caliente.
Puedes decorarla con unos costroncitos de pan frito o tostado, pipas de calabaza u otros frutos secos picados.
Puedes decorarla con unos costroncitos de pan frito o tostado, pipas de calabaza u otros frutos secos picados.
Yo prefiero que cada uno se sirva el yogur al gusto porque la diferencia de sabor es considerable dependiendo de la acidez de las naranjas. Cuando son muy ácidas es posible que no necesites poner yogur porque puede resultar excesivamente ácida y al contrario, si las naranjas son muy dulces necesitarás añadir más cantidad de yogur; piensa que los ingredientes principales del plato son bastante dulces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario