Si la cocina italiana está instaurada en todo el mundo con gran éxito que vamos a decir de uno de sus platos más clásicos. Todo alabanzas, porque es delicioso. Solamente un punto en contra: es una receta un poquito laboriosa, lleva su tiempo, pero con una buena organización podrás fácilmente salvar este obstáculo. Como contraposición tu trabajo se verá recompensado porque siempre habrá alguien que disfrute saboreando este plato; para mí es suficiente recompensa.
Quiero dedicar esta receta a dos personas de las que siempre me acuerdo cuando la hago:
A Lidia porque no se olvida, y a menudo me lo recuerda, de lo rica que le supo cuando la comió en casa, eso que llevaba queso. Éxitos por tierras portuguesas, guapa.
Y también a Marisa, porque siempre me pregunta como hago la lasaña de carne y en realidad fue ella quien me dio las pautas la primera vez que yo la hice. Así te quedará constancia escrita de la receta.
Anímate y prueba, no te arrepentirás
Ingredientes (para 4 personas):
- 9 placas de pasta para lasaña
- 1/2 kg. de carne picada de ternera
- 1 cebolla pequeña
- 1/2 pimiento rojo
- 2 dientes de ajo
- 1 bote de tomate natural triturado o 3 o 4 tomates maduros
- 4 lonchas de queso para fundir (el que prefieras)
- 2 cucharadas de harina
- 1 vaso de leche (aproximadamente)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra
- 1 cucharadita de azúcar
- Orégano
- Queso rallado
Elaboración:
Empezaremos por hacer el relleno de carne. Éste puedes tenerlo hecho con antelación para que la receta no te cueste demasiado tiempo.
Pela y pica el diente de ajo; también trocea el pimiento rojo. En una cazuela o sartén calienta 3 cucharadas de aceite. Cuando esté añade el ajo y el pimiento. Haz lo mismo con la cebolla y deja que se vaya rehogando todo junto. Cuando ésta esté blanda incorpora la carne picada, ponle una pizca de sal y pimienta negra molida y rehoga unos minutos. Cuando el agua que suelta la carne se vaya evaporando es el momento de añadir el tomate; rectifica de sal y pimienta, añade el azúcar y espolvorea con orégano. Deja que se haga todo junto. Tiene que evaporarse bien todo el agua, quedando un relleno bastante sólido y compacto. El tiempo en que se haga dependerá bastante del tomate que utilices: el natural tardará más tiempo y será más laborioso, pues tendrás que pelarlo y trocearlo, mientras que si utilizas un bote de tomate triturado sólo tendrás que retirar la tapa. Ten en cuenta que al dejar enfriar también solidifica y se compacta un poco.
Deja atemperar.
Mientras tanto iremos preparando la besamel e hirviendo las placas de pasta.
Para la besamel:
Pon a calentar 4 o 5 cucharadas de aceite en una cazuela. Dale un golpe seco a un diente de ajo entero y con su piel e introdúcelo en el aceite y deja que se dore para aromatizarlo. Retira.
Con el fuego muy suave para que no se queme, echa la harina y cocina unos segundos removiendo con la varilla. Vete incorporando la leche poco a poco, sin parar de remover y de a siguiente manera: añades un chorrito y remueves enérgicamente hasta que queda totalmente incorporada y repites la operación tantas veces como sea necesario hasta conseguir una crema ligera. Pon una pizca de sal y deja unos 5 u 8 minutos más, removiendo frecuentemente, para que acabe de cocinarse.
En otra cazuela grande, pon abundante agua a hervir. Cuando comience el hervor, añade una cucharadita de sal y vete incorporando las placas de una en una, removiendo con suavidad para que no se peguen entre ellas y no se rompan. Sigue las instrucciones del fabricante para los tiempos de cocción. En cuanto estén, debes sacarlas del agua hirviendo e introducirlas en agua fría para rápidamente ponerlas sobre un paño limpio y seco.
Ahora ya solamente nos queda montarla para acabar la cocción en el horno.
En el fondo de una fuente adecuada para el horno ponemos una capa fina de besamel; sobre ella colocamos 3 placas de pasta (o las que necesites) cubriendo completamente el fondo. Encima ponemos una capa fina del relleno de carne bien distribuido. A continuación coloca 2 lonchas del queso divididas en 2 pedazos cada una, de tal forma que quede un trozo por ración. Ponemos otra capa de placas de pasta y repetimos el proceso hasta terminar con la última capa de pasta. Si te sobró algo del relleno lo distribuyes por encima y acabas napando con una capa generosa de besamel. Espolvorea con el queso rallado e introduce en el horno precalentado a 180º durante 20 minutos. Para acabar gratina hasta que se dore la parte de arriba.
Nota
Ten en cuenta el tamaño del recipiente que vayas a utilizar para montar la lasaña para calcular las placas que necesitas, modificando las cantidades de la receta según tus propias necesidades. Para que tengas una referencia la fuente que he utilizado para estas cantidades es de 24x17 cm.
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